El periodista mencionado, al revelar las imágenes de los ajolotes fritos, señaló que el restaurante no sólo incluye esta controvertida opción en su menú, sino que también ofrece otros manjares exóticos como hígado de tiburón, carne. de oso pardo y cocodrilo.
Aunque la publicación original del restaurante, que presentaba el polémico platillo, ha sido aparentemente eliminada, la fotografía de perfil de la cuenta aún muestra a dos ajolotes, aparentemente fritos y emplatados.
El restaurante de nombre Noge Chinjuya promocionaba el controvertido platillo con un texto que fue compartido en redes sociales. En éste se informa que dicha comida sólo estará disponible para los clientes que reserven con al menos un mes de antelación.
La reacción en las redes sociales no se hizo esperar, y los internautas expresaron su indignación ante la comercialización de estos animales en peligro de extinción. Algunos simplemente soltaron expresiones de furia, mientras que otros sugirieron el llamado a la acción por parte de los organismos correspondientes.
“Los meten vivos al aceite hirviendo”, “Espera chequen las conversaciones donde hablan sobre que se da en temporadas el platillo y como lo cocinan, es para denunciar”, “Que crueldad, así como la fiesta brava. Crueldad”, “A ver amigo un poco hipócrita hablar de eso por parte de cualquiera que consuma carne, aquí el ped* es que es una especie en peligro”, fueron algunos comentarios.
El restaurante Noge Chinjuya, conocido por su menú cambiable según la temporada, maneja precios que rondan los 2 mil pesos mexicanos, aproximadamente 17 mil yenes, según reseñas en internet. Cabe destacar que, a pesar de la controversia en las redes sociales, la falta de un sitio web oficial dificulta la verificación de su menú y precios.
La furia digital se desencadenó ante imágenes que circulan en las redes sociales, y que revelan la participación de un restaurante japonés inmerso en una controversia que ha sacudido a los usuarios: la venta, presuntamente, de ajolotes fritos en su menú. Este episodio ha desatado un debate en línea sobre la ética de consumir a estos anfibios, emblemas de la cultura mexicana y que, sobre todo, se encuentran al borde de la extinción.
La alarma surgió cuando Nelson Valdez, comunicador destacado, compartió en su cuenta de X, anteriormente conocida como Twitter, una instantánea de los cuestionables ajolotes ofrecidos por un establecimiento ubicado en Yokohama, Japón.
